LA EDUCACIÓN DE VUESTRO HIJO NO ES NINGÚN JUEGO

La educación de vuestro hijo no es ningún juego

Bruno Nievas Soriano, Médico Pediatra.

"Me considero un friki: juego a videojuegos desde los nueve años, he colaborado en la programación de videojuegos, y he escrito en revistas de videojuegos de tirada nacional y en blogs y webs de videojuegos. Vamos, que sé de qué va esto, pues soy un fanático de los videojuegos y la tecnología. Pero precisamente por eso sé que pueden resultar peligrosos.

Los videojuegos gustan, y los niños tienden a querer usarlos. Más hoy en día, que se pueden jugar en casi cualquier dispositivo, desde el móvil hasta una PlayStation de última generación. Y son gratificantes porque superas niveles y consigues logros. Y porque se puede jugar en línea y con amigos, lo que engancha aún más. Por eso, y dado que soy un firme defensor de los videojuegos, os insto a que limitéis las horas de juego si no queréis que el niño relegue otras actividades de su vida cotidiana como jugar en la calle, asearse o hacer la tarea, para jugar a la consola.

Seré directo: un niño puede ser adicto a jugar. Lo he visto ya en demasiados.

portadaverdeEso, por no hablar del horror que me despierta cada vez que sé de un niño que juega juegos como Call of Duty, en el que se mata a personas en combate, o a Grand Theft Auto, donde además de asesinar porque eres un mafioso, también traficas con drogas, robas coches o te acuestas con prostitutas a las que luego puedes pegar. No son graciosos, ¿verdad? Pues todos (insisto, todos) los niños de mi consulta que están en edad de jugar han jugado alguna vez a alguno de estos dos juegos.

Y os diré una cosa: en realidad, son sólo juegos. Es decir, que la vida no es así. Pero claro, eso es fácil de entender para nosotros, pero no para un niño de doce años. Es evidente que el hecho de que su personaje (protagonista y, por lo tanto, modelo que debe seguir) se acueste con una prostituta y luego le pegue le va a transmitir un mensaje cuando menos erróneo: que esas cosas que está viendo son habituales, cuando en realidad no solo son la excepción, sino que además resultan execrables.
Así que usad los videojuegos igual que la televisión: permitiendo a vuestros hijos contenidos adecuados a su edad, y menos de media hora al día. Y sed muy serios en este aspecto. Mucho. La educación de vuestro hijo no es ningún juego."

(Fuente: http://adopcionpuntodeencuentro.com)